La violencia intrafamiliar tiene muchas formas de manifiestarse |
“Llevo siete años compartiendo la vida con
una esposa que, reconozco, es maravillosa. Tenemos dos hijos. Las relaciones se
han deteriorado bastante. Reconozco que me salgo de casillas. Mi esposa se
desespera, y con razón, porque si ella no me da la razón siempre, pues estallo.
Por momentos no se qué hacer. Pido a Dios que me ayude en todo esto, y a
ustedes, que me orienten.”
P.L.B., desde Salaverry,
Perú
Respuesta:
El problema, sin duda, no
está en su familia sino en usted. Esa situación tiene dos direcciones hacia las
cuales le aconsejo que se encamine. La primera, Dios. Sin duda, reconocer que
ha cometido errores es ya un buen indicio. Revisar dónde están los errores y
disponerse a corregirlos.
El segundo aspecto es que, en mi humilde criterio, es
bueno que se entreviste con un sicólogo cristiano. Hay situaciones de su niñez
que debe revisar, porque usted mismo quedó marcado por hechos que hoy le llevan
a repetir el mismo comportamiento violento que apreció.
Ahora, algo que está en sus manos en pedirle a Dios que
le ayude a detener la cadena de la violencia intrafamiliar que le afecta a
usted—por la crisis que desencadena un episodio violento—pero también a su
cónyuge y a los hijos.